martes, 9 de julio de 2013

Barbarella: La sexroína definitiva

“Mujer desgraciada… ¿Qué le has hecho a mi máquina del placer? ¡La has estropeado!” Durand Durand




Después de muchos días de risas, pizzas Dr. Oetcker, sénecas, más pizzas, surrapitas en el limbo y juegos de las monedas, llega una nueva crítica cinéfila sebollita. En esta ocasión, os presentamos: Barbarella, una película francesa de 1968, basada en el comic del mismo nombre en los años sesenta. (¡El mayo del 68 se sale!)
Según se rumorea que Barbarella estaba inspirada en la actriz Brigitte Bardot. El caso que al final lo protagonizó Jane Fonda. (Cotilleo Sebollita: el hijondepu del director de la película, Roger Vadim, estuvo casado con estas dos, además de con Catherine Deneuve. Es más, hizo esta película para mostrar los encantos de Fonda. Ojo al dato a como estaban las shavalitas con 20 años, y no me seáis, que ahora la más joven tendrá 70 años).

Bueno, y después de tanta mierda previa, te preguntarás de qué va. Pues bueno, en el año tropecientosnosecuantosmil d.C. (si eres un sebollita musulman quítales unos pocos años), la República de la Tierra (a Carrillo le gusta esto) encarga a Barbarella encontrar al típico loco científico, Durand Durand, que ha inventado un rayo de la ostia para matar a gente. El caso, que cuando llega al planeta en su nave molona, donde se supone que está el susodicho científico, la nave empieza a irse al carajo con el tema del electromagnetismo, termodinámica y demás, y total, que se estrella.

Nuestra sexroína (no tiene sexcretaria, una pena), entre una cosa y otra, se encuentra con un machote de la zona de pelo en pecho, y a cambio de arreglar la nave le pide folleteo del bueno (¡Hamijo! Ahora te va interesando la peli ¿no?).

El futuro no es tán bonito como lo pintan
Bueno, interrumpo un momento la sinopsis, para aclarar una cosa: en esta época, dentro de un viaje de tiempo para nosotros, para jincarse a una lo que hacen es tomarse una píldora y poner la palma de la mano sobre la de la otra persona. Así de fasi, compare. Sigamos.

Estábamos con que el nota pide a cambio cogérsela de parada. Bueno, pues la jipa coge con total normalidad las pastillas, pero el nota dice que nanai, que al modo antiguo, que es más de sebollita. Nuestra sexroína casi que pone algún problema. Y hasta aquí, puedo leer.

En estos primeros veinte minutos de metraje, muestra cómo va a ser la tónica, el ritmo, el timing durante los 100 minutos que dura el film. En ningún momento la película se toma en serio a sí misma, así que aparte de entrar en el género de la ciencia ficción, también la podríamos catalogar de comedia erótica fantástica surmana.

Orgasmatrix 2000
Debido a la locura fantástica festiva, las localizaciones, los cachivaches y los personajes que aparecen son la ostia: ese ángel, ciego y que no puede volar porque ha perdido la fe (hasta que se lo garcha nuestra amiga… por partida doble), La Gran Tirana que a las primeras de cambio quiere darse el lote con la hija de Henry Fonda, esa hipercachimba con un hombre nadando en la base de cristal mientras un grupo de mujeres se lo fuman o Durand Durand, intentando acabar con Barbarella con una especie de órgano musical que produce orgasmos hasta la extenuación (Sonata para Verdugo y varias mujeres jóvenes, y te callas Beethoven). Atención a los modelitos que se marca la Fonda, diseñados por Paco Rabanne (¡Viva la Espagne!).

Para resumir: la película no es nada del otro mundo. Algunos diréis que es desfasada, sobreactuada, música-caca (la intro está curiosa), e incluso cutre (en verdad si, pa que negarlo). Pero para un sebollita como yo, estas cosas no tienen importancia teniendo a Jane Fonda y un blanquito para acompañar.



Si esta crítica no te ha animado a verla, a ver si el comienzo de la película lo hace:




[EXTRA]: Para que veáis la importancia estéticamente hablando, Elizabeth Hurley y las protagonistas de la serie Battlestar Galactica, se vistieron al estilo Barbarella. Para más, quitar el filtro de google imágenes.



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